lunes, 21 de junio de 2021

Formación y evolución

 Carta del entrenador Adri a sus jugadores cadetes de Oribasket

Adrián Pérez Bustos

A principio de temporada en el club tuvimos una reunión para planificar el aprendizaje que iban a tener los equipos.

Cuando vi lo que se esperaba me fijé un objetivo claro, que el equipo aprendiese y pudiera hacer el sistema ofensivo de juego “Trance” (es una forma de mover la pelota y jugar sin balón a base de bloqueos indirectos), es decir, debíamos aprender algo totalmente nuevo para ellos y perfeccionarlo en este tiempo con todas sus fases previas de adquisición de habilidades y técnicas para ello.

Y llegó la pretemporada, los tanteé con ejercicios básicos generales para ver su nivel y pensé: “madre mía, habrá mucho trabajo empezando por ¡cómo hacer entradas básicas! Aunque después de discutir el lento progreso que iba a tener con el club decidí avanzar en el calendario, no debía centrarme en la perfección de lo básico sino en su evolución e intensidad.

Y llegó el primer partido, recuerdo prepararme un discurso como en la película de 300, uno motivador justo antes del partido… Perdimos de 16 puntos, no volví a hacer algo parecido justo antes de un encuentro durante el resto de la temporada. Luego me dijeron que este grupo salía motivado desde el minuto 0 entonces igual les confundí…

Tácticamente, los chicos ya tenían una forma clara de juego, pasar y cortar, lo dominaban, fruto de un gran trabajo de entrenadores previos en el club. Lo hacían tan bien que sinceramente creo que hubiesen ganado todo de este modo, pero como esto es formación y tienen que aprender, lo primero que hicimos fue perfeccionar nuestra defensa. Hicimos de ella nuestra seña de identidad, 2 contra 1 en esquinas, en el poste bajo, bajando rápido al balance defensivo, las ayudas… No nos metían tan pocos puntos por nada… Pero como todo en esta vida se evoluciona, hay que cambiar sino uno se acomoda, así que durante la temporada evolucionamos, nuestra manera de atacar, de defender, y sobre todo, nos apoyamos en nuestros compañeros.

Sólo hay buenas palabras para ellos, las ganas y su pasión les han hecho mejorar y con eso es con lo que se tienen que quedar.

El baloncesto es un deporte muy social, solo 1 tiene la pelota pero hay otros 9 jugando en la pista.

Estoy muy orgulloso de estos chicos y del trabajo que han hecho durante todo el año.

Gracias a: Aniorte, Vela, Pérez, Javi, Montesinos, Óscar, Ricardo, Diego, Otto, Daniel, Lucas, Jesús, Rubén, Jorge y Mario

PD: al final sí que hice más discursos pero durante los entrenamientos, no antes de los partidos.





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